Las crías de la golondrina ya están muy desarrolladas, pronto volarán y emigrarán, pero los ratos que pasé con ellas han sido muy divertido. Desde su nido sacaban la cabeza para mirar el entorno pero cuando oían a su madre que les avisaba del peligro se escondían; luego volvían a sacar sus cabecitas para seguir mirando monísimas, preciosas.
Hasta el proximo año: espero no tener que enfadarme con la madre por mirar a sus hijitas!!!
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